¿Es malo que un niño tenga un amigo imaginario?

Sep
29

Muchos padres se asustan terriblemente cuando descubren que su hijo está hablando solo, aunque sea en su lenguaje idiosincrásico del que entendemos poco pero ¿realmente hay motivos para asustarse porque tenga un amigo imaginario?

El tema del amigo imaginario se ha estudiado desde diferentes ángulos y vertientes en la búsqueda de saber qué es lo que se esconde detrás de esta situación. En la actualidad, todavía no se puede afirmar de dónde surge y por qué, pero sí que se sabe que un altísimo porcentaje de niños comparten sus aventuras diarias con un amigo al que los demás no podemos ver.

Este amigo tan peculiar suele darse, en la mayoría de los casos, entre los tres y los seis años, que coincide con el periodo escolar de infantil. Estos personajes suelen tener su propia personalidad, no suelen ser ecos de los niños ni nada por el estilo pero, según los estudios realizados, pueden tener grandes beneficios para los pequeños.

Por una parte, un estudio realizado a 330 estudiantes universitarios en la Universidad La Trobe, en Melbourne, mostró que un gran porcentaje había tenido esta compañía durante la niñez y, lo que resulta más llamativo, es que estas personas resultaban ser en la actualidad más empáticas con los problemas de los demás, creativos y con unas buenas habilidades comunicativas.

Por otra parte, se llevó a cabo un estudio realizado con la Universidad de Manchester, en el que se investigaron a 44 niños de entre los tres y los seis años. Los resultados mostraron que la mitad de ellos tenía amigos imaginarios y que, estos niños, tenían un vocabulario más rico y eran más creativos que los compañeros que no tenían estas amistades.

Todo ello ha provocado que profesionales de la salud afirmen que no hay nada negativo en que un niño pequeño tenga un amigo imaginario, puesto que las consecuencias de esta relación son positivas para el niño. Además, también se ha comprobado que puede ser una especie de entrenamiento de cómo relacionarse con otros niños y una manera de abordar las emociones negativas que puedan sentir.

Aún así, es importante señalar que también se han visto un menor número de casos en los que estos amigos imaginarios puedan ser el resultado de carencias afectivas.

También, se recomienda estar atento a pequeñas señales que puedan indicar que este amigo imaginario no le está ayudando, si no más bien empobreciendo, como dificultades para relacionarse con los demás (amigos y familia), problemas para dormir, o si se muestra retraído o agresivo.

 

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