Las cifras del paro han descendido en el mes de mayo, aún así son mas de 4.000.000 de desempleados los que registra España, una de las tasas más altas de la Unión Europea. El desempleo afecta a la persona y a su entorno. Quedarse en paro tiene efectos psicológicos, el profesor de Psicopatología de la Universidad de Murcia José Buendía refleja este tema en su libro «El impacto psicológico del desempleo» en Depsicología te los contamos.
José Buendía comenta que el desempleo supone un impacto más allá del subsidio, de la cola del paro. El primer gran impacto para el desempleado es el llamado «síndrome de invisibilidad»
¿Qué es el síndrome de invisibilidad?
Cuando una persona tiene este síndrome siente «que no lo ven, que no cuenta». En una sociedad competitiva parece solo cuenta lo que se tiene o lo que se aparenta tener. Un parado que esté paseando por las calles mire los escaparates, vea en la televisión productos que no puede comprar, se sentirá mal. Como si ya no formar parte de esa sociedad de consumo.
El mundo sigue, pero cada vez son más las personas en paro que día a día sufren los efectos psicológicos. Hay personas en paro que se atreven a pedir ayuda, recurren a familiares o instituciones como Cáritas, pero hay personas que por temor o vergüenza no piden ayuda.
El trabajo es fuente de bienestar psicológico y social y es un derecho de la persona.
Quejarse del exceso de trabajo, del jefe o del sueldo son temas frecuentes en todas las empresas. Aún así el trabajo ocupa gran parte de nuestras vidas
- El empleo impone una estructura del tiempo.
- Implica experiencias compartidas.
- contacto con personas ajenas al núcleo familiar.
- vincula al individuo en metas y proyectos que le hacen crece.
- Proporciona un estatus social.
- Crea hábitos y rutinas diarios.
Los efectos psicológicos son diferentes según la edad de las personas desempleadas
- Una perdida de autoestima se da en todos los grupos. En los jóvenes: Mayor estado de agresividad y rebelión, que poco a poco deriva en otro de marginalidad. El paro se vive como un fracaso que puede predisponer a la depresión, reducir su círculo social y aumentar su pasividad.
- Suelen recluirse en casa, ver la tele, tienen vergüenza ante la familia y amigos. Irritabilidad, trastornos psicofisiolóticos, problemas digestivos, dermatológicos. Piensan que ellos son los culpables de estar en paro.