Delirios – creencias patológicas.

Nov
28

Los delirios son creencias patológicas que se escapan al control de quien las sufre, viviéndolas con una intensidad abrumadora que a veces resulta muy difícil de distinguir de la realidad.

¿Qué es un delirio?

Lo que define y caracteriza al delirio es el mantenimiento de una idea o juicio que no se sustenta en lo real. No importa las pruebas o el discurso que se comparta con una persona que sufra un delirio para hacerle “entrar en razón”, cree en su delirio irrevocablemente. El contenido de estos delirios suele ser fantástico o altamente improbable pero, como lo describen de una manera tan intensa y con una convicción completa, pueden llegar a hacer que sea uno el que dude de si real o un delirio.

Los delirios reflejan una alteración clara de los procesos del pensamiento, la capacidad de percibir y cierta desorientación.

En cuanto a los delirios que tienen que ver con trastornos mentales, estos pueden aparecer en brotes psicóticos, en ciertos episodios del trastorno bipolar, el síndrome de Capgras o el síndrome de Cotard.

Uno de los pasos más importantes es un diagnóstico diferencial, si el delirio está provocado por una causa orgánica (cáncer, traumatismo craneal, tumor cerebral, etc.), si es un trastorno mental o debido a un consumo de sustancias (exceso de alcohol, consumo de drogas o medicamentos).

¿Por qué se crea un delirio?

Otra manera de entender el delirio nos llevaría a una definición psicoanalítica que explicaría la función del delirio dentro del psiquismo, como la tentativa de curación, de reconstrucción del mundo exterior por restitución de la libido a los objetos, privilegiada en la paranoia y hecha posible por el mecanismo de la proyección, que permite que lo abolido adentro le vuelva al sujeto desde afuera” (Freud). Para aquellos que estén interesados en esta orientación, se recomienda leer el caso Schreber.

También quiero compartir con vosotros un fragmento de la entrevista que hicieron en La Casa de la Paraula al psicoanalista José María Álvarez, a razón de la publicación de su libro “Estudio de la Psicosis”, que decía así:

El delirio de la locura es una defensa, un intento de reequilibrio del sujeto. Cuando alguien alucina, delira y hace cosas raras, en realidad está echando mano de determinado tipo de protecciones que crean una adicción terrible. El delirio es muy adictivo porque quien delira sabe muy bien que existe algo mucho peor. El sujeto no quiere soltar eso, no quiere soltar la convicción que es el pecio al que agarrarse en medio del océano, aunque sepa que agarrado a él acabará solo en medio del mar. Sabe que antes que el delirio hay una angustia terrible, un vacío y una perplejidad oceánica que es mucho peor“.

Tipos de delirios

Los delirios se clasifican en función del contenido, encontrándonos con delirios como:

Delirio Erotomaníaco

Este delirio consiste en que uno siente y cree fervientemente que una persona famosa o de estatus superior está enamorada de ella. Quien lo sufre trata de forma obsesiva de estar en contacto con la persona famosa que cree que siente algo por él o ella.

Megalomanía o Delirio de Grandeza

La megalomanía consiste en tener unas ideas delirantes acerca de uno mismo, engrandeciendo o exagerando el valor, el poder, los conocimientos y la identidad propia. Puede pensar que es una estrella de rock, un actor, que tiene una relación especial con una divinidad o una persona famosa.

Deliro de control

Podríamos decir que es uno de los delirios más dolorosos pues siente que en todo momento hay una persona que lo controla, ya sea a nivel emocional, de pensamiento, acciones… Este tipo de pensamiento hace que sienta que los actos que lleva a cabo no son propios, si no que están impuestos por alguien del exterior que le obliga a actuar de una determinada manera.

Dentro de este contenido nos encontramos con discursos que hablan de robo del pensamiento, alineación del pensamiento… que hace que el sujeto se sienta de manera pasiva ante esta situación, que no se puede vivir una vida en la que no puede actuar sobre sí mismo.

Delirio de persecución

Este delirio gira en torno a que se siente constantemente perseguido y vigilado, como una víctima de una conspiración en el que todo lo que le ocurre tiene un trasfondo de daño personal.

Este tipo de delirio puede vivirse a nivel individual como de grupo o institución, sintiéndose atacados, perseguidos y vigilados de manera perpetua.

Uno de los ejemplos cinematográficos actuales es la película “Cisne negro”, os dejo el tráiler en el que nos muestran el comienzo de este delirio:

Delirio celotípico

La persona que sufre este delirio cree está siendo victima de una infidelidad a pesar de que tal creencia sea falsa. No hace caso a lo que su pareja le dice y llega a seguirla, espiar sus conversaciones telefónicas, mensajes de móvil o correo electrónico de forma obsesiva, buscando alguna evidencia que demuestre su teoría.

No hablamos de unos celos que obedezcan a una conducta de la pareja, sino a unos celos enfermizos, patológicos, que avocan de manera constante a que la relación se termine, generando mucho sufrimiento en ambos.

Delirio somático – Idea delirante sobre el cuerpo

El delirio somático no tiene que ver con el temor a tener una enfermedad, que estaría más ligado a la hipocondría, en esta ocasión hablamos de la creencia de que uno tiene una enfermedad o un defecto físico que los demás no pueden ver o con las pruebas médicas no muestran, pero se mantiene aferrado a esta idea delirante.

Por ejemplo, puede tener la absoluta creencia de que su riñón está podrido o que le ocurre algo a la forma de su nariz pero los demás no pueden verlo.

Delirio tipo mixto

Esta categoría engloba creencias de más de uno de los tipos anteriores sin que ningún tema se el predominante. Por ejemplo, ideas de celos obsesivos con deliro de persecución o deliro de grandeza con ideas de estar sufriendo algún tipo de enfermedad.

Disfunción del pensamiento

En este tipo de delirio la persona cree que sus pensamientos están siendo difundidos en voz alta de forma que otros los pueden escuchar.

El trastorno delirante

Un trastorno psiquiátrico donde, los pacientes tienen delirios pero no alucinaciones ni trastornos del pensamiento. Para ser diagnosticado de esta condición los delirios no se tienen que deber al efecto de una enfermedad o por el consumo de alguna droga o medicamento.

Creo que en una sola frase de Nietzsche podemos entender realmente el delirio:

«No es la duda lo que vuelve locos a los hombres sino la certeza»

Fuente|www.psicomed.net/

 

 

 

Dejar un comentario