Preocupaciones, ansiedad, estrés, pánico, pensamiento catastrofista… pueden parecer palabras y conceptos diferentes (porque lo son) pero en realidad están muy vinculados entre sí. Para los que no sepan qué es el pensamiento catastrofista, les explico que se trata de una forma de comprender el mundo y los hechos desde una perspectiva irracional que tiende a magnificar los hechos y sus consecuencias así como a imaginar posibles desastres.
En resumen, se trataría de una persona que exagera las cosas en sentido negativo y que se siente continuamente ansiosa y con miedo frente a las posibles contingencias que podrían suceder. Como ya podrás presuponer, este tipo de pensamiento guarda una estrecha relación con la ansiedad puesto que la potencia de forma superlativa. El pensamiento catastrofista es una de las causas de la ansiedad, no es la única pero sin lugar a dudas está presente en una gran parte de los casos. Afortunadamente, el pensamiento catastrofista se puede corregir.
El primer paso es detectar que existe un pensamiento catastrofista. Puede parecer una verdad de Perogrullo pero lo cierto es que la mayoría de las personas que piensa de esta forma, cree que sus ideas y temores son completamente fundados. La verdad es que la peor situación que se te pueda ocurrir, puede pasar. Pero las posibilidades de que sucedan son tan mínimas que no vale la pena amargarse la vida por ello.
Por tanto, pregúntate si tiendes a empeorar las situaciones y si sueles ver problemas enormes allí donde no los hay. Quizás lo mejor es que te ayudes de un amigo sincero y le preguntes qué piensa al respecto. Seguramente su visión será mucho más objetiva que la tuya (a no ser que también sea un catastrofista).
El segundo paso es analizar las consecuencias de este tipo de pensamiento. ¿Cómo te sientes cuando imaginas una catástrofe? ¿Te hace sentir bien o mal? ¿Notas cambios en tu organismo, quizás comienzas a sudar, sientes palpitaciones o tienes problemas para respirar? Todos estos son síntomas de la ansiedad y, si no se controlan a tiempo, la catástrofe que tanto vaticinabas terminará llegando pero provocada por ti mismo.
Darte cuenta de los daños que te provoca este tipo de pensamiento es importante porque esto te motivará a cambiar. Si lo prefieres, haz una lista con las consecuencias negativas y léela cada vez que te sientas desfallecer o estés tentada a pensar de esta forma.